viernes, 2 de noviembre de 2007

¿De qué sirve un taxi cuando todo sale mal?

Que Woody Allen es uno de mis directores de cine preferidos no es ningún secreto. Y aunque muchos vaticinen que el genio está en decadencia, permitidme que os diga, sufridores míos, que es una opinión tan respetable como cualquier otra, pero que no comparto. Simplemente ha cambiado de registro. ¿Quién no evoluciona, más en una sociedad como ésta, en la que los tiempos corren y nos adelantan incluso por la derecha?

Como no soy experta en cine, sólo una espectadora forofa, no sé decir si técnicamente Cassandra´s dream es más o menos perfecta. Sólo puedo opinar que hay ciertos planos, ciertos diálogos (como siempre en Allen) y ciertas cosas que no se dicen pero se intuyen, que hacen que atrape, como la mitológica Casandra atrapaba a los hombres en su red, para luego burlarse de ellos. Como griególoga oficial de los alfileres secretos no voy a evitar la referencia al personaje mítico, que se divide como en un caleidoscopio en la película que vi ayer en la sesión matinal. Sólo dos ejemplos. La femme fatale que seduce al hermano ambicioso es la cara, mientras que la cruz es ese otro hermano jugador, bebedor y enfermo que durante todo el filme está previendo lo que va a suceder, aunque nadie lo cree (como a la Casandra de Troya).

La ambición, el poder, el fátum (incluida también en el DRAE, que conste), la seducción, ... se mezclan para resultar una tragedia griega a lo moderno que, como en cualquier obra de Eurípides, contiene fratricidios, sensualidad, una madre (como todas las madres), un poderoso, una doncella y un final donde, como dicen en mi pueblo, muere hasta el apuntaor.

Me quedo especialmente con dos detalles. Uno, el sorprendente papel de Collin Farrel por lo convincente que resulta (de Ewan me esperaba un poco más, la verdad, snif). Dos, el cuadrito ovalado de La Creación de Miguel Ángel en la mesita de noche del hermano alcohólico. Brutal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

- No me tranquiliza tu respuesta.
- A mí no me ha gustado tu pregunta.

Ya que has utilizado mi frase favorita de la pelicula pongo este fragmento de diálogo, que me parece genial. Me temo que, una vez más, tenemos opiniones diferentes, lo cual enriquece nuestra relación. No creo que Woody Allen haya cambiado de registro por las siguientes razones:
a) En la película siguen presentes todas las constantes del cine alleniano: la muerte, el sexo, la religión... Aunque esto no tiene nada que ver, en realidad, por lo que paso al punto b).
b) No es la primera película que hace en torno a este tipo de tramas: como le conté a la tesorera de cierta comisión el tema es similar al de "Delitos y faltas", a lo cuál, ella me respondió que también se parecía un poco a "Match point".

Un cambio de registro lo tuvo, en mi opinión, cuando se pasó de slapstick de películas como "Toma el dinero y corre" al scrawball (ej: "Annie Hall"). O, ya dentro de esa seguda etapa, cuando desarrolló todas las obsesiones que le atormentan en ese puñado de peliculas que pasarán a la historia del cine: Annie Hall, Hanna y sus hermanas, Misterioso asesinato en Manhattan, Delitos y faltas, La rosa púrpura del Cairo... en la que primaba un aspecto concreto en cada una de ellas. Con todo esto, y concluyendo, lo que quiero decir es que lo que está haciendo este personaje bajito y genial es hacer variaciones sobre sus obsesiones particulares, solo cambia de personajes y escenarios.

Todo esto no quita para que el genio nos deleite con una buena película que te mantiene (excepto el final, para mi), con varios momentos brutales como el del taxi. Y con una desternillante descripción de lo cutre que puede ser un asesinato. Ahí queda eso, esperando que estrenen la de la Cruz y el Bardem para que la comentemos. Un beso.