lunes, 10 de septiembre de 2007

La jungla 'returns'


"No me puede estar pasando lo mismo por segunda vez", dice John McLain (echamos de menos tu camiseta blanca) en un aeropuerto, abarrotado de gente que va a celebrar las navidades con su familia, mientras su mujer está en un avión, cagada de miedo porque unos terroristas (qué raro) lo han secuestrado. Ahora le toca modernizarse y comprarse un portátil 4.0.

A todo esto Batman se vuelve a colar por un agujero que no debe mientras Nicole lo espera con una batita fresquita de Pucca. ¿Otra vez estás aquí? ¿No te dije que las visitas sorpresa en mitad de la noche me ponen de los nervios? Pero que si quieres arroz, Catalina. Mis visillos nuevos no, te lo advierto, que cojo y te rajo con el cortauñas.

Y, mientras, el Gran Hermano de la desfachatez sigue su vida como si tal cosa, ciego perdío, batiendo la plusmarca mundial de oseatelojurodeverdad por segundo.

Las princesas se casan con plebeyos, los guapos tienen hijos como conejos, las canastas de baloncesto no se cansan, España se termina en Los Pirineos con jersey oro, el torero ensangrentado se levanta de su cama de hospital para que los demás sepan lo que es bueno y los pilotos de fórmula 1 tienen licencia para matar.

Por si fuera poco, el Sr. Darcy se me aparece en sueños y me enseña una tableta de chocolate que ni las de Suchard. Como buena pecadora que soy, le doy un pellizquito. Sólo uno. Lo que hay que hacer para no tener michelines...

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