viernes, 6 de julio de 2007

Pluscuamperfecto de subjuntivo

No una, sino varias, son las noches que llevo sin dormir por diferentes razones. Huyendo del calvario de los últimos capítulos de Grey, que ya he visto por ser muy adelantada yo, anoche me dediqué a disfrutar de la maravillosa programación veraniega de nuestras teles nacionales (con las autonómicas ya ni me atrevo).

Entre la variadisísima oferta se encontraban dos nuevas adquisiciones para la parrilla televisiva que no podéis dejar de ver, aunque sólo sea una vez en la vida. Aperreada como estaba ayer, uno de los dos programas me heló el corazón y me hizo hasta reír. Nadie es perfecto se llama la aberración. Los dos equipos son listos contra guapos, aunque no sé por qué no le han puesto directamente feos contra guapos, porque es lo que todo el mundo piensa. Ahora bien, los listos son muy listos y los guapos son muy tontos. Siliconadas ellas, musculados ellos pero juntos no creo que lleguen al coeficiente intelectual de una hormiga obrera. ¡Confundían al Dalai Lama con el Papa y no sabían quién era George Bush! Sobre todo ellas. Mi teoría es que cuando les ponen la silicona, alguna conexión neuronal deja de funcionar y todo se va al carajo.

Con todo, los supuestos feos listos les dieron una lección de humildad, de superación y de inteligencia, que no es solamente saber qué es un eclipse (por dios, por dios) o cuánto es 7x9 (vale, la tabal del 7 es jodida, pero eso es de 3º de EGB), sino que demostraron que la inteligencia también es saber superar las dificultades, tener buen humor y reírse de uno mismo (¿a quién se le ocurriría vestirlos a todos con esos trajes super ajustados y transparentes con los que, efectivamente, parecían espermatozoides?).

En fin, que por otro lado estaban quedando en ridículo licenciados y diplomados en Antena 3 respondiendo mal preguntas que saben contestar niños de Primaria. No hay que ser una lumbrera para conocer la respuesta a semejante pregunta: ¿Cuál es el pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo del verbo amar?

Si yo hubiera o hubiese sido el concursante me habría dado vergüenza de no saberlo.

Todo sea por el espectáculo y por mitigar el insomnio de una noche de verano.

2 comentarios:

mluis dijo...

hubiera o hubiese amado... pero uno es especialista en dejar pasar oportunidades únicas... y parece que a menudo vivo en subjuntivo

moon dijo...

Sublime! eso es lo que pienso de ese maravilloso programa. Está claro que la televisión aborrega al personal, pero lo mejor es que ahora las cadenas nos muestren abiertamente lo bien que han cumplido su misión, sacando a seres del inframundo cultural e intelectual. Yo los adoro, los adoptaría a todos. Tan ingenuos ellos, entran ganas de abrazarlos como a un osito. Mucho mejor q tener a perro de mascota! donde va a parar. Para los próximos reyes me pido la 'barbie matemática'. Por suerte vivo en Katmandú y puedo hablar de esto con cierta frivolidad.