El siete ha sido siempre un número cabalístico, cargado de simbología. Siete eran, hasta hace poco, las maravillas del mundo; siete novias para siete hermanos; siete enanitos; siete días la semana; siete vírgenes (horror de película); y hasta el cupón de la Once se ha enamorado del siete con unos anuncios horribles, todo hay que decirlo.
Pues precisamente eso, siete jornadas han pasado desde que Meredith se dio un baño de espuma y velas con el buenorro; desde que encendí por primera vez el frigorífico; desde que tengo una persiana rota; desde que le di al botón de la tele para comerme enfrente un kiwi y una ensalada.
Llevo siete días de paz y tranquilidad interior, aunque con la vertiginosa sensación de que aún queda una montaña rusa por delante, de las de muchos loopings y revueltas imposibles de soportar. Ahora tengo que preparar mi openhouse. El menú está previsto, los invitados (casi) confirmados, la casa a punto, el horno encendido, y los botellines enfriándose en el congelador.
Y aunque nadie lo crea, por el aumento de comensales en el último momento, los servicios de mi vajilla son siete, mis cubiertos son siete, tengo siete sillas y siete alfileres prendidos de la conciencia secreta.
Nobody knows where my Johnny has gone
Judy left the same time
Why was he holding her hand
When he's supposed to be mine
It's my party, and I'll cry if I want to
Cry if I want to, cry if I want to
You would cry too if it happened to you.
Playin' my records, keep dancin' all night
Leave me alone for a while
'Till Johnny's dancin' with me
I've got no reason to smile
It's my party, and I'll cry if I want to
Cry if I want to, cry if I want to
You would cry too if it happened to you.
Judy and Johnny just walked through the door
Like a queen with her king
Oh what a birthday surprise
Judy's wearin' his ring
It's my party, and I'll cry if I want to
Cry if I want to, cry if I want to
You would cry too if it happened to you.
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