No me calzo el casco pero lucho. Unas veces más y unas veces menos, pero siempre el espíritu guerrero late en mi pecho con la fuerza de los pies que golpean la tierra en formación de batalla. Nunca desertar. Nunca rendirse. Nunca arrodillarse. Nunca postrarse.
Llegar hasta el final está sólo en manos de unos cuantos elegidos. A pesar del dolor, a pesar de la humillación, a pesar del sufrimiento, a pesar de las dificultades, a pesar de la muerte. La coherencia, el respeto, los ideales, son virtudes que escasean y que tal vez, siendo bastante optimistas, queden en algún resquicio de personas que prefieren (preferimos) morir luchando que vivir de rodillas.
La utopía, la leyenda, la fantasía y la épica siguen sirviendo. A otra escala. En otro mundo. En otra época. Con otras armas.
Soy mujer y eso tal vez condicione mis capacidades físicas. Pero puedo asegurar que no dudaría un ápice en desgarrar mentalidades y golpear con fuerza opresiones y dictaduras.
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Puede que la película 300 no sea la mejor hecha en la historia del cine. Pero remueve. Para bien o para mal, remueve. Las consecuencias que ha tenido en mí, son claras. Pero como según Umberto Eco (me pongo pedante un rato) el arte es una obra abierta, hay interpretaciones para todos los gustos. Homofobia, xenofobia, americanada pro invasión de Irán (Persia), hostilidad hacia el mundo árabe, imaginación exacerbada del director, idealización de la cultura espartana, falta de rigor histórico... Pero no es más que una película. Con una estética fantástica y una capacidad de emocionar como hacía tiempo que no disfrutaba en el cine. Pero esa es mi interpretación de la 'opera aperta' que vi ayer, en mi día de sol, viento, terracita, cerveza y conversación. Con esa me quedo. Con esa viviré y con esa, seguramente, me haré con un ejemplar de la novela gráfica que la ha inspirado. Intertextualidad, hipertexto. ¿Por qué hay gente que no entiende esos conceptos? Por la misma razón que hay gente que se empeña en autoproclamarse dios en la tierra, aunque al final, como todos, derrame sangre.