Vienen tiempos peores y aquí nadie sabe cómo salir del atasco. Después de seis horas mareando la perdiz, resulta que nuestros políticos no aciertan a contarnos (o no quieren contarnos) cómo llegar a fin de mes sin que nos eche humo la calculadora, cómo pagar menos por la gasolina ni cómo emanciparnos (los jóvenes) sin que nos toque comer patatas y pasta día sí, día también. Claro que, tal como dijo Solbes el día antes de ayer (o sea, el martes) en la radio, es que somos unos irresponsables y nos metemos en hipotecas de 40 años sin mirar las consecuencias. Creo que este muchacho debería presentarse a la siguiente edición del Rey de la comedia. Con estos monólogos, ganaba seguro.
Ahora va a resultar que los que estamos en la jaula, cual sufridores del Un, dos, tres, somos los culpables de que la economía mundial se hunda; va a resultar que los de la poltrona no tienen por qué dar soluciones y salen del atolladero entonando el mea culpa como si eso bastase para que los que estamos cabreados-agobiados-estresados-hipotecados-asaladriados-mileurados nos vayamos a la camita soñando con el Shangri Lá de los préstamos a bajo interés y el IPC congelado.
Hoy ya no se habla más de la comparecencia del presidente en el Congreso, ¿para qué? Ni unos ni otros aportaron nada que no supiéramos. Como diría mi hermana en uno de sus míticos finales de chiste malo (el del helado de pepinillos): po qué asco, ¿no?
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Los comerciantes echan la culpa a los bancos, que no prestan dinero ni para los que se hipotecan de por vida ni para los que quieren comprarse la tele del salón. Pero sobre todo sobre todo ¡No se puede vivir por encima de tus posibilidades, porque luego te vas al paro y dejas de poder pagar! Que se enteren los consumistas desaforados.
2008 y seguimos igual, o peor... Eso sí, ahora los mil euros míseros de entonces me vendrían de perlas :____(
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